José Ángel Maicabares
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“No solo estamos parados por el oleaje fuerte, el detalle es que tampoco tenemos carnadas, aceite para los motores y la bomba no nos quiere vender gasolina por una supuesta orden del ministerio”, expresó Jesús Sánchez, miembro del Conppa de Naiguatá.
Manifestó que el Gobierno en vez de estar para ayudarlos, les está cerrando las poquitas puertas que tienen abiertas, pues saben que ellos prácticamente viven de la pesca. “No nos están apoyando en nada. Estamos desamparados”.
Hizo referencia al malecón donde colocan las embarcaciones, el cual se está viniendo abajo. Refirió que andan asustados porque un mar de fondo como el actual puede acabar con todo y dejarlos a ellos en el aire.
Sánchez indicó que el Conppa cuenta con unas 80 embarcaciones, de las cuales cinco sufrieron mucho daño a raíz del fuerte oleaje que se está presentando desde la pasada semana.
Apuntó que una reparación mínima para una embarcación, se valora en casi 300 dólares sin meter la mano de obra, más de lo ganado durante una faena en el mar.
Promesas en el olvido
“Hemos recibido falsas promesas por parte del Gobierno. Hace unos tres meses vino un ministro a grabar un comercial y nos prometió que mandarían a evaluar las condiciones del malecón, sin embargo, nadie vino”, dijo Sánchez.
El pescador destacó que la principal prioridad de los que están en el Conppa es la recuperación del malecón, ya que sin eso no tendrán resguardo de la embarcaciones y las perderían rápidamente.
Subrayó que no han sido ni siquiera tomados en cuenta con los enseres de pesca como los anzuelos, los nailon y plomo, principalmente el aceite para los motores, a su juicio, este llega, pero a manos de terceros, quienes después buscan comercializarlos bien caro a los pescadores.
“Muchas veces la gente dice: están vendiendo el pescado caro, y es verdad, pero también deben ponerse en nuestros zapatos. Si nosotros compramos nuestros enseres a precio de mercado negro, debemos venderlo caro para poder ganar algo, de lo contrario, trabajaríamos a pérdida”./jd