En vez de descansar o salir a relajarse en la playa, las amas de casa venezolanas han tenido que invertir el tiempo libre de los fines de semana, en colas. Desde abastos pequeños hasta supermercados amanecen full de personas que esperan conseguir lo que sea.
En los automercados Día Día, las colas son catalogadas como “perennes”. Nada nuevo, manifiestan sus mismos usuarios, quienes comentan que les ha tocado esperar con paciencia hasta cuatro horas a que llegue el camión.
“Tengo rato esperando aquí y el camión que llegó solo trajo arroz y papel higiénico. Aparte de verduras, no compré más nada. Me toca zanquear sábados y domingos porque trabajo durante la semana y no puedo lanzarme este maratón”, dijo Elena Mireles, consumidora.
Comentó que estuvo indagando en el Abasto Bicentenario y hasta en Pdval, a ver si llevaba a su casa por lo menos un par de kilos de leche.MEM/jd