José Ángel Maicabares
Una vigilancia constante requiere el cementerio de La Guaira, ubicado en Guanape, pues curiosos dificultan el descanso eterno de los difuntos con sus prácticas oscuras y profanación de tumbas.
“Si tú no vienes al cementerio y estás pendiente de tus difuntos, no sé qué iremos a hacer”, manifestó Sinay Fernández, quien se encontraba haciéndole limpieza a la tumba de su madre.
Aseguró que todas las tumbas de la parte alta del cementerio están profanadas. “La otra vez yo vine y me encontré un trabajo de santería que estaban haciendo en toda la entrada. Pareciera que a nadie le importa. No hay seguridad”.
Indicó que en el camposanto hay alguien que cobra por estar pendiente de lo que allí pasa, pero de igual manera el espacio es utilizado como escenario de brujería.
“La otra vez yo subí y eso es horrible. La gente pasa sobre las tumbas abiertas. Por este lado de la entrada no han profanado ninguna”.
El mantenimiento
es esencial
Precisó que hay momentos en que al cementerio no se puede entrar por la cantidad de maleza que hay.
“En este momento se ve que limpiaron, pero a veces la maleza esta altísima y no se puede ni caminar”./jd