Nelson López: Gobierno revolucionario hizo de la tragedia del 1999 un negocio

María Lourdes Arráez

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“En Vargas a 20 años de la tragedia natural que enlutó a miles de hogares, no hay una política gubernamental para minimizar los riesgos y consecuencias de los fenómenos naturales, muy por el contrario la tragedia sirvió sólo para justificar los negocios que se han hecho en su nombre”, manifiesta Nelson López, secretario regional de La Causa R.

Recuerda que invirtieron en obras como los famosos muros de gaviones, que hicieron con alambres de gallineros con piedras adentro y colocaron en la mitad de algunos ríos, “pero lo urgente, que eran las canalizaciones de los ríos Piedra Azul, Osorio, Quebrada de Cariaco, La Veguita, San Julián, Quebrada de la Chara, Cerro Grande, Tanaguarena, Uría, Naiguatá, Camurí Grande, Anare, Quebrada Seca, Osma y Todasana han pasado 20 años y siguen a la buena de Dios, llenos de maleza, escombros y basuras, mientras sus conos de deyección que se activan precisamente cuando ocurren estos fenómenos, presentan las mismas características que en diciembre de el 99”.

Considera que la tragedia reaparece cada vez que llegan las lluvias. “No podemos olvidar las lluvias caídas en octubre, cuando se tuvo que declarar nuestro estado en emergencia porque colapsaron muchas zonas, viéndose así la fragilidad de esta región y la poca atención en esta materia que las autoridades han hecho. El pueblo que sabe lo ocurrido cada vez que llueve le reza a Dios para que deje de llover”.

Señala que ejemplo de la desidia es el casco colonial de La Guaira, el cual fue motivo de estudio por universidades y expertos que presentaron proyectos elaborados con las comunidades para su recuperación, “y 20 años después la capital de nuestro entidad parece Macondo”.

Denuncia que por otro lado el río de Naiguatá es utilizado por el Gobierno regional como un negocio para vender piedras, arena, minerales y cada día recibe una descarga de explosivos para ablandar la montaña destruyendo todo el ecosistema, Cerro Grande donde el impacto durante la tragedia fue grande se convirtió en un estacionamiento de gandolas, el río de Uría donde fue la zona de mayor pérdidas humanas ahora es un vertedero de alimentos descompuestos del CLAP.

“Aquí el Gobierno solo se dedica a hacer avioncitos, rueda de la fortuna, chorritos de agua y paseos, donde eso no es la prioridad de los varguense, la prioridad es el gas, la electricidad, el agua, entre otros. La deuda más grande que tenemos es la recuperación de las infraestructuras hoteleras, los castillos, fortines, parques y los drenajes de las aguas tanto blancas como servidas, colapsadas desde hace 20 años”.

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