Negociar la paz y la verdad
La velocidad de vértigo de los acontecimientos de hoy, obliga no solo a estar pendientes de todo cuanto pasa en el mundo, sino a actuar con la mayor sindéresis posible para equilibrar principios, y pragmatismo; renunciar a extremismos, y propiciar encuentros que procuren realizar el bien común.
La vida actual es una telenovela que se desarrolla por capítulos en distintos escenarios, y geografías, y aunque difícil de imaginar, casi siempre interconectada, interdependiente, en este mundo de la globalización.
La importancia capital que tiene para todos lo que pase en los Estados Unidos, en tanto que potencia mundial tecnológica; económica; científica, y militar de primer orden, puso en ascuas al orbe frente al desarrollo de la elección presidencial 2024. Esta vez, por fortuna, alejada de cualquier denuncia acerca de posibles fraudes; con una participación masiva, tanto en la forma anticipada; por correo, y la presencial del día 5 de noviembre.
Una campaña de poca calidad, tanto por los insultos entre los candidatos, como por la falta de respuestas confiables acerca de temas álgidos, terminó por ser capitalizada por el ahora Presidente electo Donald Trump, quien obtuvo un triunfo sólido y contundente, no solo en los Colegios Electorales, sino en el voto popular. Ganó también la mayoría en las dos cámaras. Sin margen de dudas.
Se impuso la idea de la lucha contra la inmigración ilegal; contra el wokismo; contra la agenda 2030; por el rescate de valores tradicionales; la lucha contra el aborto, y contra el uso abusivo de la marihuana (en La Florida); contra la política internacional del gobierno del Presidente Biden; las guerras en el mundo, entre otros temas escurridizos y a veces tortuosos para el poder actual.
Sin embargo, vista la realidad, la respuesta fue inmediata. La candidata perdedora reconoció el triunfo; el Presidente Biden felicitó al ganador, y ordenó la creación de un equipo para la transmisión del poder en paz, como corresponde a un país serio.
Desde Venezuela, Maduro envió un mensaje de felicitación cordial al Presidente Trump, corrigiendo la conducta previa en su contra, cuando lo llamaba el ¨Rey de los Pelucones¨, esta vez, en tono suave; excesivamente amable, pero con una mentira atravesada en el texto de su comunicación, al sostener que como Presidente ¨reelecto¨ estaba en la mejor disposición de entenderse con EEUU.
Todos los venezolanos, y los demócratas del mundo seguimos exigiendo la verdad, luego de tres meses de realizadas las elecciones presidenciales en nuestro país, sin que el Gobierno-CNE ofrezca resultados creíbles conforme a la Constitución y las Leyes, amparado por el brazo judicial Gobierno-TSJ, aderezado por la aplicación brutal del terrorismo de Estado, para someter a todo aquel que se manifieste en contra de su decisión de arrebatar un triunfo electoral holgado de la oposición.
El mundo entero, salvo los dictadores aliados de su política, siguen pidiendo claridad; pruebas contundentes; respeto a la constitucionalidad, y la soberanía popular.
Es alarmante la persistencia incansable en la comisión de errores por parte del gobierno en su actuación interna, como si lo que ocurre en Venezuela no se supiera de inmediato en cualquier parte del mundo, gracias a los medios de comunicación, y especialmente a las eficaces redes sociales.
Además de lo que ha significado Urbi Et Orbi el recurso del terrorismo de estado para perseguir inocentes, incluyendo periodistas; mujeres; y menores de edad, ahora les dio por solicitar a Interpol, la captura internacional del diplomático Edmundo González Urrutia.
Todo ello, luego de que lo chantajearan y coaccionaran para expulsarlo del país, creyendo que iba a permanecer callado, cosa que no ocurrió y por el contrario, ha desplegado una agenda intensa de contactos con mandatarios, parlamentos y organizaciones internacionales para que reconozcan su triunfo, y hacer valer la voluntad libérrima de los venezolanos el 28J.
Del mismo modo, en la continuación de errores ordenaron al TSJ la no admisión de un recurso judicial, considerándolo temerario, y agravándolo con la suspensión del ejercicio profesional a la autora del recurso. Es una afrenta total, y una violación flagrante de la Constitución que ellos impulsaron, y ahora vulneran a diario.
Una cosa es que controlen todas las instituciones por la abstención promovida por la oposición en su momento, pero también hay que guardar las formas, y actuar dentro de ellas con rigor científico, y profesional, pero es obvio que de ello carecen in extremis los miembros del poder judicial, que solo responden a las órdenes de quien los puso a dedo en el cargo.
Creemos necesario seguir promoviendo mecanismos de entendimiento y negociación que auspicien la gobernabilidad, y el más sano intercambio internacional posible.
Ni Maduro ganó, porque no puede exhibir pruebas indubitables, ni tampoco es sano que el ganador hable de una juramentación en la Asamblea Nacional en Enero 2025, sin que haya acuerdos entre el actual gobierno, y la oposición ganadora de las elecciones.
Urge la creación de puentes para la negociación y acuerdos; la promesa firmada de garantías y respeto para los perdedores, y la mediación internacional para alcanzar una transición pacífica. Lo contrario es el desmadre.
@romanibarra
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