Valerie Calderón
Los más de 5 días sin luz que tiene el Hospital de Emergencias de Naiguatá ha dificultado la atención a los pacientes que acuden en situaciones críticas. Tal es el caso de una paciente que ingresó con un cuadro de asma y no pudo ser atendida apropiadamente.
“Primera vez en la vida que siento una opresión en el pecho por no tener las posibilidades de ayudar a las personas. La señora tenía aproximadamente 45 años y antecedentes de asma recurrente, llegó con una crisis asmática bastante aguda, cayó en paro respiratorio y en el ambulatorio no tengo ni siquiera electricidad auxiliar”, explicó la directora del hospital, Martha Merentes.
Añadió que de haber contado con al menos una planta eléctrica, se podía haber salvado la vida de la paciente colocándole el CPAP o el endoscopio para entubarla. “Tampoco contaba con aspiraciones, se le colocó hidratación por la vía pero lamentablemente se le terminó de establecer el paro respiratorio y falleció”.
El personal de salud no puede continuar trabajando en tan precaria situación y solicitan urgentemente una alternativa, “necesitamos que nos consigan una planta eléctrica, tampoco recibimos material médico quirúrgico, estamos hartos de tanta desidia en la institución”.
No cuentan con macrogoteros ni medicamentos, solo tienen 4 ketoprofenos por guardia y las condiciones empeoran cada día afectando a los trabajadores. “Con todo respeto no podemos seguir quedándonos con los brazos cruzados, de un tiempo para acá se está normalizando que todo funcione mal, nadie dice nada y nadie reclama”.
Los habitantes de la parroquia consideran que es injustificable que un hospital de emergencia no tenga planta eléctrica. “Le exigimos a las autoridades que doten al centro de salud con todo lo que necesitan. El hospital ha seguido adelante por el compromiso de la doctora Martha Merentes y el doctor Modesto Hernández, también por el apoyo de nuestros comerciantes pero queremos una respuesta a ese problema inmediatamente”.