Maikel Hidalgo Chávez (33) murió electrocutado el pasado viernes cuando intentaba tomar la luz de una guaya de alta tensión y colocarla a la vivienda que había construido en un terreno ubicado en la montaña del sector Santa Ana de Maiquetía. Ahí además se dedicaba a sembrar en compañía de su esposa y tres hijos durante la cuarentena.
Buscando la comodidad de su familia, Hidalgo Chávez quería aumentar la fuerza de la luz para conectar el televisor, nevera y demás aparatos, por lo que utilizando la hebra de una guaya se propuso pegarla a la línea de alta tensión y le vino la descarga que lo mató instantáneamente.
Su familia aclaró que el joven no estaba robándose las guayas como dicen en la parroquia, e incluso señalaron que él estaba comprando cables para hacer la conexión sin mayores riesgos pero lamentablemente, tomó ideas erróneas de como hacerlo y recibió la descarga fulminante.
“Vamos a recordar a Maikel como él era, un hombre amoroso, humanitario, cariñoso. Su amor lo reflejaba en cada persona que ayudaba. Recordemos a Maikel como una persona buena y no como lo quieren hacer ver ahora, como un delincuente, el que lo conoció de verdad sabe que él no era así, él no tenía necesidad de eso”, manifestaron.
Deudos de Maikel, quien trabajaba como electricista automotriz, aseguraron que gozaba de una calidad humana de altura y siempre tenía una respuesta positiva para quien le pedía ayuda.
José Ángel Maicabares