El periodista Ángel Rafael Cerdeño, corresponsal de Telecinco y otros medios de España en Caracas, murió a los 38 años, porque presentó dificultades para respirar y no consiguió un hospital que lo atendiera.
Así lo dio a conocer una compañera suya en Nius Diario, medio con el que también colaboraba el periodista. El jueves 23, Cerdeño empezó a sentirse mal y sufrió un desmayo. “En ese momento, se embarcó en el periplo habitual de buscar un hospital que lo atendiese en Caracas, pero no tuvo suerte con los dos primeros, donde le dijeron que ni siquiera había médicos”.
Tras un recorrido por diferentes centros médicos, logró ser atendido en el Hospital Clínico Universitario, pero allí “le dijeron que no entendían lo que le pasaba y lo mandaron a la casa”. Le recomendaron que sí reposo, que sí amoxicilina, y que dejara pasar unos días y le harían alguna prueba para dilucidar el origen de su dolencia. No llegó a las pruebas. Venezuela lo mató”.
El propio Ángel, el día de su desmayo, le escribió a un amigo que cuando finalmente lo recibieron en el Clínico Universitario, lo trataron “a las patadas y en condiciones infrahumanas, porque en una misma sala, los pacientes con covid y sin covid permanecen en espera de atención. Vivir en Venezuela es enfrentarte a un sistema de salud colapsado. Una cosa es que lo digamos en un reportaje y otra que lo vivamos en carne propia”.
El periódico El Español publicó en su web que Ángel llevaba dos décadas casado con Viviana, con quien tenía tres hijos. Como colaborador de Mediaset, el periodista trabajaba para Telecinco y el diario Nius.
“Narraba el día a día de Venezuela, pero su muerte evidencia también las lagunas sanitarias en un país devastado. Esa realidad que Ángel acabó sufriendo en sus carnes, la mala situación de su país en sus últimas horas de vida. Nunca sabremos si aún estaría vivo de no haber estado allí”, agregó Esther Yáñez, compañera del citado periódico digital.