Una bebé de 9 meses murió cuando su familia, de nacionalidad venezolana, intentaba cruzar la frontera entre Bolivia y Chile, convirtiéndose en la decimoquinta migrante que muere en la zona en este año, informaron este lunes autoridades chilenas.
El hecho ocurrió en la localidad boliviana de Pisiga cuando la madre tropezó y la niña cayó de sus brazos sufriendo un fuerte golpe contra el suelo, lo que provocó que perdiera el conocimiento. Al no encontrar ayuda médica, la mujer tomó a la niña y cruzó a pie unos 3 kilómetros por la frontera hasta el poblado chileno de Colchane donde médicos atendieron a la bebé.
«Constatamos inmediatamente que no tenía signos vitales, procedimos a las maniobras de reanimación las cuales fueron infructuosas. La bebé presentaba una deshidratación severa», dijo Guillermo Tapia, médico de la unidad de urgencias del centro médico de Colchane, en un comunicado divulgado por la Municipalidad de esa localidad ubicada unos 2.000 km al norte de Santiago.
El 9 de octubre murieron otros 2 migrantes en las inmediaciones de Colchane, ubicada a 3.650 metros de altitud en la región de Tarapacá. Esto ocurre en medio de un aumento del flujo migratorio que intenta cruzar por pasos clandestinos, desafiando las extremas temperaturas del altiplano con el fin de buscar una mejor vida en Chile, que mantiene sus fronteras terrestres cerradas por el covid-19.
«Siento una enorme pena por esta muerte que, sin duda, remece a todos. Sin embargo, es de suma urgencia atender este fenómeno migratorio con seriedad y responsabilidad de Estado, ya que en estos últimos 3 días nuestra comuna registra tres migrantes fallecidos», sostuvo Javier García, alcalde de Colchane.
Más de 23.000 personas migrantes ingresaron a Chile por pasos clandestinos hasta julio pasado, casi 7.000 más que las registradas durante todo el 2020, según datos del Servicio Jesuita de Migrantes (SJM).