Roraima M. Herrera.- De politraumatismos generalizados falleció Juan Bautista Infante, de 56 años de edad, en medio del motín iniciado a las 8:30 de la noche del domingo en el Centro de Coordinación Policial de la avenida Sucre de Catia.
Los reclusos aprovecharon un descuido en el cambio de guardia y tomaron como rehenes a dos funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana. La grave situación de hacinamiento y las pésimas condiciones sanitarias del recinto fueron los principales motivos por los que los reos se amotinaron.
De unos 200 reclusos, al menos la mitad exigían ser trasladados, a lo que representantes del Ministerio Público respondieron ofreciendo el traslado de 17 de ellos a otros penales.
“No podemos aceptar eso. Queremos que saquen a todas las personas que se quieren ir (…); la mitad no nos queremos ir y la otra mitad sí nos queremos ir”, manifestó vía telefónica Francesco Torti, el aparente líder del motín.
Torti negó la muerte de Infante, preso desde el 14 de abril por violación. “Nosotros no hemos matado a nadie. Teníamos dos policías secuestrados y ya dimos uno y tenemos uno aquí”.
Horas más tarde, el Ministerio Público confirmó el deceso de Infante y ordenó iniciar una investigación.
“Están dispuestos a todo”
Entonando el himno nacional, exigieron como condición para liberar al funcionario la presencia de la ministra del Servicio Penitenciario Iris Varela, a quien expondrían sus quejas.
Después de horas de negociación, liberaron al oficial jefe Ciro Enrique Landaeta, quien recibió varios golpes en la cara y fue trasladado a un hospital.
El otro funcionario, Alexander Palencia, fue subido a la azotea del reclusorio, donde fue amenazado con ser lanzado al vacío si entraba el Grupo Antimotín de la PNB.
«Están dispuestos a todo si no se cumple con lo que solicitan”, expresó cuando los reclusos accedieron a dejarlo hablar vía telefónica con la prensa. Aseguró que los detenidos solo portaban armas blancas.
Palencia fue liberado alrededor de las 9 de la mañana y al final de la tarde se confirmó el traslado de 25 internos a Puente Ayala, en Anzoátegui.
El motín llegó a su fin cuando las autoridades se comprometieron a permitir las visitas, la entrada de comida y medicamentos, así como agilizar los traslados.
Se conoció que el Centro de Coordinación Policial fue diseñado para albergar a solo 50 reclusos y por un lapso no mayor a las 48 horas.
La ONG Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) señala que el hacinamiento en los centros de reclusión del país es de 170%, pues actualmente la población interna es de 51.256 presos y las instituciones tienen una capacidad máxima para albergar a solo 19.000 internos.
La voz de los familiares
Familiares de los reclusos se presentaron en el lugar en señal de apoyo. Denunciaron las graves penurias que viven los detenidos, algunos de los cuales permanecen ahí desde hace un año a la espera de ser trasladados.
Yoraima Ramos, madre de Jean Carlos Ramos quien se encuentra detenido desde el viernes 24, afirmó que no ha podido ver a su hijo, pero se enteró que no le han dado ni agua.
Josefina Moya, madre de Daniel Jiménez, aseguró que su hijo está detenido desde hace 45 días y desde entonces solo lo puede ver cinco minutos diarios.
“La Ministra Valera debe ordenar el traslado a los retenes, no cerrar las cárceles porque genera más hacinamiento, como en el que está mi hijo, que lleva 45 días esperando su traslado a Yare I”.
Varias madres denunciaron que los funcionarios cobran peaje para pasar alimentos. Jacqueline Pérez aseguró que ha pagado hasta 500 bolívares cada vez que le lleva comida a su hijo.
Agregó que muchos de los reclusos sufren de escabiosis debido a la falta de agua. «Tienen que hacer sus necesidades en bolsas».
Trancada la autopista
Familiares de los reclusos cerraron la autopista Caracas-La Guaira desde el amanecer, lo que generó una descomunal tranca que se extendió por más de tres horas.
Pese a que alrededor de las 8 de la mañana funcionarios del orden público lograron convencerlos de permitir el paso, la fuerte cola no se disipó, ya que muchos conductores optaban por avanzar lentamente a fin de ver lo que sucedía en la sede de la zona 2 de la PNB.
Además de la autopista, los familiares también trancaron el paso por el puente Sucre.
Los centenares de varguenses que se trasladaban a Caracas quedaron atrapados en la tranca, mientras que muchos de quienes bajaban con dirección al aeropuerto perdieron sus vuelos.