El virus ganó la batalla a Mauro Buratti, un mecánico de 61 años oriundo de Mantua, en el norte de Italia y acérrimo antivacunas.
Conocido como Mauro de Mantua, murió este lunes en la UCI del Hospital Borgo Trento de Verona, donde ingresó con Covid. Buratti era una personalidad conocida en su ciudad, sobre todo entre los oyentes de La Zanzara, el programa de radio que dirigía Giuseppe Cruciani junto al periodista paduano David Parenzo.
La historia de Mauro de Mantua, negacionista temprano y antivacunas, «estalló» a principios de diciembre cuando, durante una emisión en directo, relató cómo había entrado en un supermercado sin mascarilla con la intención de contagiar a todo el mundo del coronavirus cuando ya sabía que estaba infectado.
La salud de Buratti en los días siguientes empeoró tanto que los propios radioyentes y el director del programa intentaron convencerlo de que fuera al hospital, reseñó El Mundo.
El mecánico cedió tras una larga resistencia y se presentó en urgencias, pero de un hospital de Verona, a una hora de camino, porque, según él, «en Mantua los médicos son todos comunistas». Después de una semana crítica en la UCI, finalmente falleció.
David Parenzo escribió en su perfil de Twitter: «Mauro de Mantua murió anoche a las 10 de la noche. Descansa en paz dondequiera que estés, viejo teórico de la conspiración. Sólo espero que tu triste historia sirva de ejemplo a todos aquellos que aún albergan dudas sobre la eficacia de las vacunas».
El periodista agregó: «Parte de la responsabilidad proviene de algunos políticos y periódicos que han alimentado dudas y controversias sobre el uso de las vacunas. Einaudi solía decir: ‘conocer para decidir’. Mauro, además de víctima de sus creencias, fue víctima de una pequeña parte de la información y la política que avivó su escepticismo hacia la ciencia y la medicina».