La madrugada de este jueves murió a causa de graves quemaduras la cuarta víctima de la tragedia ocurrida en el municipio Piar, Monagas, cuando explotaron 161 cilindros, el pasado 28 de diciembre.
Se trata del sexagenario Juan Ramos, recluido en una clínica de la capital monaguense desde hace 10 días, quien presentó complicaciones respiratorias, pues «ya tenía líquido en los pulmones», declaró el presidente de Cáritas Maturín, presbítero Manuel Gerónimo Sifontes.
Laura Figuera, de 28 años, murió el pasado viernes 1º de enero en el Hospital Central Manuel Núñez Tovar, de Maturín; el lunes pereció su hija Xavieles Gil, de 5 años, en el Hospital Ruíz y Páez de Ciudad Bolívar y el tercer deceso fue el de Emily Leonett Romero, de 14 años, registrado la mañana del martes 5 de enero cuando era atendida en la Unidad de quemados del Hospital Ruiz y Páez, de Ciudad Bolívar, pero no pudo recuperarse de las quemaduras.
Algunos familiares de las 46 víctimas de esta explosión han protestado varias veces exigiendo mayor atención para los heridos, porque en el área de traumashock de la emergencia para adultos del nosocomio Manuel Núñez Tovar, el aire acondicionado no funciona y allí estuvieron 23 afectados hasta el pasado miércoles, cuando llevaron a algunos a un área de quemados sin inaugurar y ubicaron a otros en la zona de cuidados intermedios para los pacientes con covid. Destacaron el apoyo de Cáritas-Maturín quienes han facilitado antibióticos y analgésicos.
En Venezuela son pocos los centros para la atención de los quemados con gravedad y están distribuidos así: En Zulia, la Unidad de Caumatología del Hospital Coromoto de Maracaibo y la Unidad de quemados Dr. Raúl Soto Matos, ubicado en el Hospital Universitario de la capital zuliana; el Centro de quemados del Hospital Militar Carlos Arvelo y la Unidad de quemados del Hospital J.M. de los Ríos, ambos en Caracas, y el existente en el Hospital Ruiz y Páez del estado Bolívar.