* El receptor quiere dejar atrás la polémica que lo mandó de Chicago a Toronto
Enfundado en su nueva camiseta de los Azulejos de Toronto, Miguel Montero quiere olvidarse de la polémica que puso fin a su estadía en Chicago con los Cachorros.
«No fue la perfecta salida. Fue lo que ocurrió en ese momento», dijo el receptor venezolano luego de presentarse con su nuevo equipo. «Es algo que queda en el pasado. Sólo me preocupo por el presente. Hora de olvidarse de lo ocurrido».
El canje mediante el que Montero dejó a los campeones vigentes de la Serie Mundial se precipitó después del 27 de junio, cuando criticó al pitcher Jake Arrieta, al considerar que su lento movimiento para lanzar la pelota derivó en que le robaran siete bases durante un encuentro que los Cachorros perdieron ante Washington.
Al día siguiente, Chicago colocó transferible al catcher, quien fue cedido el lunes a Toronto, y accedió a pagar los 6.446.710 dólares para cubrir casi la totalidad de los 7 millones que restaban en salario para este año.
Montero batea .286 con cuatro jonrones y ocho producidas en 44 juegos este año. Pero retiró sólo a uno de 31 corredores que intentaron robarle bases.