El obispo de La Guaira, monseñor Raúl Biord Castillo, envió un saludo a las mamás en su día, “gracias por ser expresión de la ternura de Dios”, y bendijo a los habitantes de La Peñita y Galipán que este lunes celebrarán a su patrono San Isidro Labrador.
“Que Dios bendiga a esas queridas comunidades, que fructifique las siembras de sus campos y que reconozcamos sus grandes necesidades de vialidad, servicios y asistencia social, y se puedan ir dando respuestas adecuadas para estas poblaciones a veces tan olvidadas”.
En la meditación de la palabra de este domingo, monseñor recordó la promesa de Jesús a sus apóstoles a quienes les dijo que no los dejará solos, sino que les enviará al Espíritu Santo: fuente de consuelo, luz en la oscuridad, fuerza en la debilidad e inspiración de nuevos caminos. “Este jueves 18 celebramos la ascensión del Señor, por lo tanto, amaestra a los suyos”.
Señaló que en el capítulo 8 de los Hechos de los Apóstoles nos presenta el paso de la misión de los apóstoles a la misión de todos los discípulos. Felipe, uno de los siete diáconos, deja Jerusalén, baja a la ciudad de Samaría y ahí predicaba a Cristo.
“La lectura dice que la gente lo escuchaba con atención, no solo por sus palabras, sino por su testimonio y por los signos que hacía. La palabra de Dios se extendía por el anuncio vivo de los primeros cristianos, para alegría de todos. Los apóstoles, que estaban en Jerusalén, al enterarse que los samaritanos (que no se entendían con los judíos) habían recibido la palabra de Dios, deciden ponerse en salida. Enviaron a Pedro y a Juan, que oraron por ellos y les impusieron las manos para que recibieran el Espíritu Santo. Es bien interesante este pasaje. No son los apóstoles los que tomaron la primera iniciativa, sino que por el ejemplo de otros discípulos se lanzaron a la misión”.
Monseñor Biord instó a que ningún grupo de apostolado y parroquia se cierre en sí misma, sino que con el dinamismo de la Pascua salga a los sectores, a las comunidades, a todas las personas, para dar testimonio del maravilloso mensaje de un Dios que nos ama y nos da la vida./LDS