El obispo de La Guaira, monseñor Raúl Biord, visitará este viernes el sector de Marapa, en Catia la Mar, para conocer las inquietudes de sus habitantes, y conferirá el sacramento de la confirmación a 52 niños en una solemne eucaristía que se realizará a las 9:00 am en la iglesia de Mamo en honor al patrono San José Obrero.
Informó el presbítero Alfredo Bustamante, párroco de San José Obrero, que a las 7:15 am el monseñor Biord compartirá un desayuno en el Club de los Abuelos de Marapa con representantes de la comunidad, quienes le presentarán por escrito su preocupación por la paralización del embaulado del río para que se lo haga llegar a las autoridades civiles.
Inmediatamente se dirigirá a las ruinas de la capilla Nuestra Señora del Carmen, derribada hace dos años por las obras de canalización. Desde allí será trasladado a la entrada de la calle principal de Mamo, donde el grupo juvenil Los Amigos de San José lo recibirá con la imagen del santo patrono. Dramatizarán un pase glorioso del esposo de la Virgen María.
“El obispo acompañará en procesión a la imagen de San José Obrero hasta la sede parroquial, donde la agrupación Por amor a Vargas le ofrecerá una presentación dancística. Inmediatamente visitará el Santísimo Sacramento con los niños que serán confirmados, y a las 9:00 am celebrará la santa misa con los sacerdotes de la zona pastoral,” puntualizó el padre Bustamante.
Señaló que las religiosas de la zona pastoral de Catia la Mar aprovecharán estas fiestas patronales para celebrar en el templo parroquial de Mamo, a las 7:30 am, una hora santa con Jesús Sacramentado, uniéndose a la jornada decretada por el Papa Francisco como el año de la vida consagrada.
Una fiesta de amor a Dios
El primero de mayo de 1955 el Papa Pío XII instituyó la fiesta de San José Obrero como una fiesta fundamentada en el amor a Dios y en el prójimo, principalmente del trabajador al empresario y del trabajo al capital, poniendo en manifiesto la dignidad del trabajo (don de Dios) y del trabajador (imagen de Dios), los derechos a una vivienda digna, a formar familia, al salario justo para alimentarla y a la asistencia social. También al ocio y a practicar la religión que su conciencia le dicte.
Además se recuerda la responsabilidad de los sindicatos para el logro de mejoras sociales de los distintos grupos, y se aviva la responsabilidad política de los gobernantes. Todo esto incluye la doctrina social de la Iglesia, porque se toca al hombre al que ella debe anunciar el Evangelio y llevarle a la salvación./BR/ar