MinPesca prestó apoyo para reactivar 52 lanchas pero se necesitan motores nuevos
José Ángel Maicabares
“Nosotros nos encomendamos cada día de faena a la Virgen del Valle, porque sabemos cuándo salimos, pero no cuándo regresamos a nuestros hogares”, expresó Iván Cádiz, quien por más de 40 años se ha dedicado a la pesca artesanal.
Actualmente, forma parte de los pescadores que hacen vida en el muelle de Caraballeda y precisó que aunque programen las faenas por 2 días, les ha tocado quedarse hasta 4 días por fuera.
“Porque en el tiempo estimado muchas veces las especies no se consiguen en el espacio acordado, por lo que hay que buscar otra ruta. Con la escasez de la gasolina no podemos estar yendo y viniendo y debemos llegar a tierra con la pesca suficiente».
Indicó: “Al estar a la deriva quedamos a la voluntad de Dios y rogamos que pase un compañero en una embarcación o algún avión que nos vea y nos rescate. A veces todo esto se nos sale de las manos y duramos muchos días en el mar, incluso se nos desgasta la batería, nos quedamos sin luz y no tenemos como comunicarnos”.
Explicó que usan una sola batería en la nave para mantener un peso adecuado, pues llevan de cinco o seis pipotes de gasolina, panelas de hielo y bidones de agua para la estadía.
En enero, en La Guaira se registraron 3 accidentes que involucraron a pescadores: 2 quedaron a la deriva, pero fueron rescatadas con sus ocupantes, pero una naufragó y lamentablemente murió Jairo López (22), y está desaparecido Jesús Pablo Salazar (54).
“Debemos ser precavidos”
Cádiz destacó que los barcos mercantes también son un problema para la pesca artesanal. “Cuando estuvo el capitán Castañeda estos barcos dejaron de pasar, sin embargo, todo se volvió un desastre después que lo cambiaron, volvieron a pasar por nuestro espacio acuático”.
Financiamiento para la reparación de motores
A través del financiamiento de Fonpesca y del apoyo del Ministerio de Pesca han logrado comprar repuestos para las reparaciones de sus motores fuera de borda, reactivando 52 embarcaciones, sin embargo, se requiere de motores nuevos porque muchos tienen más de 30 años, han sido reparados más de seis veces y su vida útil hace tiempo que se venció.
Buscan minimizar riesgos
Por otro lado, Luis García, vocero del Conppa Marina de Caraballeda, resaltó que a raíz de los accidentes ocurridos en enero 2022, el Estado Mayor de Pesca estableció que cada embarcación debe reportar la hora del zarpe a sus consejos de pescadores. La intención es que estos posteriormente pongan en conocimiento a través de un grupo de Whatsapp a los organismos de seguridad acuática del estado y se activen los protocolos de búsqueda y salvamento, si no llegan en el tiempo acordado.
“También se le hizo una propuesta al Ministerio de Pesca para el financiamiento de radios y bengalas de emergencia. Por ejemplo, a Caraballeda le financian 10 equipos, si me salen 5 embarcaciones, les entrego los equipos, esto para mantener la comunicación entre los compañeros que hayan zarpado y se apoyen si ocurre una emergencia. El riesgo siempre estará allí”.
García recomendó a los pescadores artesanales y deportivos tener en las embarcaciones chalecos salvavidas, agua potable, un pequeño botiquín de primeros auxilios, una linterna para hacer señales de noche en caso de quedar a la deriva y un espejito que les permitiría hacer señales en el día.
“Pero, si la mar está picada, evitemos salir en ese momento, hagamos chequeo de la página de windguru que te informa como está el viento, oleaje, ráfagas de viento y corriente. Planifica tu pesca”.
Incluyen a los triperos
García habló sobre la articulación con quienes pescan en tripas, a fin de brindarles la oportunidad de que se monten en las embarcaciones del muelle de Caraballeda para que realicen su faena e irlos formalizando dentro de un consejo de pescadores.
“La idea es garantizarles a ellos seguridad y también a los que van manejando la embarcación. Muchas veces son las 6:00 de la tarde, 7:00 de la noche y hemos conseguido triperos a dos o tres millas de la orilla ¡Qué peligro! Una tripa negra y de noche, a veces las avistamos cuando ya las tenemos casi encima”.