Pablo Milanés acusó a la Policía de Investigaciones (Civil) de tratarlo como un «delincuente» luego que agentes le solicitaron sus documentos de identidad antes de realizar un concierto en la ciudad de Concepción (sur).
Milanés se subió el viernes por la noche al escenario de un gimnasio colmado de apasionados seguidores, quienes escucharon atónitos cómo el reconocido artista se quejaba luego que policías de extranjería le pidieron documentos, a lo cual, aseveró, se negó por considerarlo una falta de respeto.
«La policía me para para que me identifique como si fuera un delincuente, eso es lo que acaba de ocurrir. No les he presentado mi documento, no lo admito», afirmó Milanés, de 73 años, según imágenes difundidas este sábado por en la página electrónica del canal Chilevisión. Mientras Milanés proseguía con su relato, el público comenzó a silbar y a lanzar insultos contra la Policía y celebró con un cerrado aplauso la actitud del artista ante los agentes.
La Policía explicó en un comunicado que los agentes acudieron al concierto a verificar la situación migratoria de Milanés y su staff y determinaron que seis cubanos «no contaban con la Tarjeta Especial de Trabajo para Turista Extranjero, no teniendo permiso para ejercer actividades remuneradas en el país». Los seis cubanos y los productores que trajeron a Milanés a Chile, fueron denunciados por infracción a la ley de extranjería.
El Congreso chileno debate en la actualidad implementar el Control de Identidad Preventivo, una medida solicitada por el gobierno que permite a la Policía solicitar indiscriminadamente un documento de identidad con el fin de identificar a quienes tengan órdenes de detención pendientes o hayan cometido un delito.
Milanés, uno de los mayores exponentes de la llamada trova cubana, concluyó su denuncia pidiendo a la presidenta Michelle Bachelet y al Congreso «que echen abajo esa ley porque es el único país en el mundo que tiene esta ley que es absolutamente injusta».
La ONU y organismos de derechos humanos han criticado este control porque se esgrime que intenta reponer la «detención por sospecha», una norma utilizada en la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) para arrestar a opositores y que fue derogada en 1998, ocho años después de que finalizara el régimen militar.
Fuente: AFP