Desde hace dos días duermen en la calle un grupo de migrantes venezolanos, llegados recientemente a Nueva York, en protesta por haber sido desalojados del hotel en Manhattan para ser enviados a otro albergue que según ellos no reúne las condiciones para vivir.
“Allí no hay calefacción y está haciendo frío, los colchones se hunden, las camas están muy pegadas y no sabes a quién tienes al lado; no hay dónde guardar las pertenencias y tienes que cruzar la calle para bañarte y hacer fila”, denunciaron varios inmigrantes, algunos de los cuales han pasado previamente por otros albergues proporcionados por la Alcaldía.
Casetas de campaña, maletas, ropa, cobijas o bicicletas son las pertenencias de estos airados inmigrantes, todos hombres, frente al hotel Watson, en la conocida zona de Hell’s Kitchen, donde han vivido por varios meses tras su llegada a Nueva York, muchos enviados a la ciudad en autobuses por el gobernador de Texas, Greg Abbott.
“Vaya usted y duerma allá”, le gritó un venezolano. Los migrantes denunciaron que en los albergues que han estado previamente les han amenazado con cuchillos, han visto a muchos inyectarse drogas y que temen por su vida.
La policía conversó con el grupo y les pidió que abandonaran el lugar, sin que se vea por el momento una salida inmediata al problema.