Los preparativos para la demolición lo que queda del edificio que colapsó parcialmente hace once días avanzaban en un Día de la Independencia de Estados Unidos diferente a todos los anteriores en el condado Miami-Dade, aún inmerso en un desastre del que por ahora hay 24 muertos y 121 desaparecidos.
La demolición, necesaria por la llegada de la tormenta tropical Elsa al sur de Florida a partir de este lunes, puede hacerse en cualquier momento, dijo la alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava.
Las tareas de búsqueda y rescate entre los escombros están suspendidas desde el sábado debido a la demolición, por lo que hoy no hubo cambios en las cifras de muertos y desaparecidos.
Levine Cava aseguró que los rescatistas volverán al trabajo sin demora en cuanto se haya producido la demolición y las condiciones sean seguras para ello.
Según la alcaldesa, el derribo del edificio siniestrado va a permitir ampliar la búsqueda de víctimas a zonas hasta ahora vedadas por el riesgo de que la estructura aun en pie cayera sobre los rescatistas.
El método que se va a utilizar para hacer caer de manera controlada la estructura de 12 plantas y 40 años de antigüedad consiste en detonaciones de explosivos no muy potentes en lugares estratégicos para propiciar que sea la fuerza de gravedad la que haga el grueso del trabajo.
Según informó previamente el jefe de los equipos de rescate de los bomberos de Miami-Dade, Ray Jadallah, los especialistas encargados de la demolición estaban hoy perforando pequeños hoyos en los cimientos del edificio para luego colocar en ellos los explosivos que serán detonados.