Las autoridades elevaron a 78 el balance oficial de fallecidos por el derrumbe de un edificio en la localidad de Surfside, Miami, el 24 de junio. La cifra se reveló días después de que los servicios de emergencia renunciaran a localizar a supervivientes entre los escombros de la torre de 12 pisos.
Entre los fallecidos se encuentran familiares de la primera dama de Paraguay, Silvana Abdo: su hermana, Sophia López Moreira, su cuñado, Luis Pettengill y el menor de los tres hijos de la pareja.
El ministro de exteriores de Paraguay, Euclides Acevedo, declaró que los otros dos niños y la niñera de la familia, Lady Luna, siguen desaparecidos.
El miércoles, un simbólico y emotivo minuto de silencio sirvió de homenaje a las víctimas y marcó el final de las tareas de búsqueda tal como se conocían hasta ahora. Se dio por hecho que ya no se encontrará a más personas con vida entre los restos de un edificio que se demolió del todo ante la llegada del ciclón Elsa.
Las autoridades prometieron que seguirán trabajando hasta hallar a todos estos desaparecidos, aunque ya lo harán sin perros de rastreo o dispositivos de escucha, claves para detectar vida. Pasadas las primeras horas después del derrumbe hace 15 días, los servicios de emergencia no volvieron a localizar supervivientes.
Los equipos de rescate cuidan los objetos personales encontrados entre los escombros, como carteras, joyas y aparatos electrónicos, y las familias de las víctimas pueden presentar informes sobre los artículos perdidos para recuperarlos.
Todavía quedan 62 desaparecidos entre los escombros. “Nuestros corazones se rompen por los que están de luto y por aquellos que aún están esperando”, expresó la alcaldesa del condado de Miami-Dade, Daniella Levine-Cava.
“Nuestro compromiso con esta misión es profundamente personal. Esta es nuestra comunidad, son nuestros vecinos y nuestras familias. Y nuestros socorristas realmente han buscando en esa pila (de escombros) todos los días desde el colapso como si estuvieran buscando a sus propios seres queridos”, añadió, visiblemente emocionada, antes de quebrarse hacia el final del parte.