Lilia Paredes Navarro, la esposa del expresidente de Perú Pedro Castillo quien se encuentra detenido desde el pasado 7 de diciembre tras intentar disolver el Congreso, y sus dos hijos llegaron este miércoles a México, país que les ha concedido asilo político.
El Gobierno de Perú le había otorgado el martes un salvoconducto a Paredes Navarro y sus hijos, que estuvieron unas horas en la embajada mexicana en Lima antes de su viaje.
Tras la concesión del salvoconducto, el gobierno del Perú declaró persona no grata al embajador de México, Pablo Monroy Conesa, y le dio 72 horas para que abandone el país, una medida que en el mundo de la diplomacia no es frecuente y suele tomarse en casos extremos.
“Esta decisión se sustenta en la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas que establece la facultad del Estado receptor de declarar persona non grata a un jefe de misión extranjero”, señaló en un comunicado la cancillería peruana.