El capitán del Barcelona, Lionel Messi, fue sancionado con dos partidos de suspensión por su expulsión en la final de la Supercopa de España el pasado domingo.
Messi fue expulsado en el último minuto de la prórroga de la final de la Supercopa, que el Barcelona perdió 3-2 ante el Athletic Bilbao, al ver la roja directa por dar un manotazo a Asier Villalibre, en un intento de apartar al jugador.
El árbitro, que sacó la tarjeta roja a Messi tras ver la jugada con el video arbitraje, reflejó en el acta del encuentro que expulsó al capitán azulgrana por «golpear a un contrario con el brazo haciendo uso de fuerza excesiva estando el balón en juego pero no a distancia de ser jugado».
El astro argentino se arriesgaba a una sanción de entre 1 y 12 partidos, pero el árbitro no habló de agresión en su descripción, por lo que la jueza habría aplicado un castigo más leve.
Se trata de la primera ocasión, tras 753 partidos, en que Messi es expulsado con el Barcelona, aunque ya había visto la roja en una ocasión cuando jugaba con el filial azulgrana en 2005 en un partido de segunda división B, equivalente a la tercera categoría del fútbol español.
En su trayectoria en la élite, Messi sólo había recibido este castigo en dos ocasiones con la selección argentina, en su debut con la Albiceleste y en la semifinal de la última Copa América contra Chile, tras una discusión con Gary Medel (2019).
Messi tendrá que cumplir su sanción en el partido de Copa del Rey que el Barcelona disputa el jueves contra el Cornellá y el encuentro de liga contra el Elche del próximo domingo.