Con más de 65 años a cuestas, el Mercado de Punta de Mulatos está desolado. Solo ocho locales quedan abiertos y los comerciantes están invadidos de tristeza.
Su infraestructura es el reflejo del abandono: poco alumbrado, los baños no funcionan por la falta de agua y la platabanda se cae a pedazos debido a las filtraciones.
José Márquez ha trabajado allí 35 años e indicó que el mercado tiene más de 10 años sin recibir un cariño. «Ahora es que están pintando la fachada, pero ¿cuándo atacarán los otros problemas de fondo?», preguntó.
Manifestó que el techo necesita una impermeabilización urgente porque de lo contrario cuando comiencen las lluvias en diciembre todo será peor.
Los concesionarios dijeron que tuvieron que reparar la puerta principal entre todos, y también pidieron colaboración a los otros comercios adyacentes dado que tenía mucho tiempo dañada y temían por su seguridad.
«Ni de eso se preocupan las autoridades, solo le meten mano a Punto al Mayor y Mucuñuque», aseguraron.
Este espacio dejó de ser un punto de referencia para las compras en la entidad, cuando anteriormente era la primera opción para familias, así como de caraqueños y mirandinos. Los puesto que estaban surtidos con ropa y calzados de calidad, pescado, frutas, legumbres, hortalizas y otros productos.
En cuanto a las ventas, Márquez señaló que «van de mal en peor» y los vendedores no creen que puedan estabilizarse en diciembre puesto que no tienen mucho capital para invertir. «Ni siquiera hemos recibido créditos para poder recuperarse».
«Todo será igual como el año pasado. La única diferencia es que ahora sí podemos trabajar, pero el sueldo no alcanza y lo aguinaldos menos». /HB/jd