“Desde 2014 a 2019, hubo una migración muy importante de profesionales de todas las áreas”, explicó a la agencia Efe el director ejecutivo de la ONG Médicos Unidos de Venezuela, Jorge Lorenzo, quien detalló que hasta marzo del año pasado “se habían ido 32.000 médicos”.
Agregó que en la especialidad de bioanálisis y enfermería, hasta diciembre de 2020 se había producido un éxodo de entre el 60 y el 70 % del total.
Asegura que eso puede verse a simple vista, pues “en España los números de médicos (venezolanos) son altísimos”, una situación que “se reproduce en Chile, Argentina, Uruguay, Paraguay, Colombia, Panamá, México, Estados Unidos o Francia».
Los ínfimos sueldos son la principal razón del éxodo. “Un médico con 30 años de graduado, 25 años de especialista que todavía haga guardias nocturnas, hasta el 30 de abril ganaba 18 dólares mensuales”.
Además, se suman las malas condiciones laborales y del sector, el grave deterioro de los hospitales. Por si fuera poco, llegó la pandemia y en casi ninguna institución pública se ofrece con regularidad material adecuado de bioseguridad y el proceso de vacunación avanza mucho más lento que la propagación del virus, lo que hace que cada vez sea más alta la cantidad empledos de la salud contagiados.
Según cifras de Médicos Unidos de Venezuela los sanitarios fallecidos son 549, casi el 20% de los 2.428 decesos totales en el país de acuerdo al reporte oficial del Ministerio de Salud.