Médicos del CDI de La Páez comen pasta con cebolla

 

** Mejoras prometidas por Infravargas aún no llegan

Luisana Brito

Trabajando con las uñas se encuentra el personal médico y de enfermería del Centro de Diagnóstico Integral (CDI) de La Páez, en Catia la Mar, donde desde hace un año y medio no cuentan con aire acondicionado en la sala de hospitalización, sin embargo, no fue si no hasta hace menos de dos meses que suspendieron el servicio.

Otra de las razones que motivaron la suspensión es que no les están llegando los suministros alimenticios, incluso los médicos cubanos que pernoctan allí comen pasta con cebolla en el almuerzo y la cena.

Destacaron que no han sido tomados en cuenta por las instituciones del estado como la Fundación Vargas Alimentos, Mercal ni Pdmercal para la distribución de los alimentos. Lamentaron que el CLAP de la zona nos los beneficie.

“La comida es vital para todo ser vivo y aquí no está llegando desde hace tres meses. Lo poco que hay tenemos que rendirlo entre más de cinco personas. Muchas veces los familiares de los pacientes hospitalizados debieron traerle la comida, pues no se les podía cumplir una dieta balanceada para ayudar en su recuperación”, expresó unos de los galenos.

Vecinos hicieron un llamado a las autoridades para la reactivación de la unidad. “Esta era una de las áreas más requerida por los pacientes de la tercera edad de la comunidad y sectores aledaños, además que de que la atención que nos daban era buena, pero ha venido desmejorando por la falta de insumos médicos”, sostuvo Carmen Rodríguez, habitante del lugar.

El reporte de los trabajadores es que el centro se encuentra en condiciones deplorables. Les falta iluminación porque los bombillos se fueron quemando y no los repusieron en su debido momento, por lo que pasillos, baños y cubículos están en completa oscuridad.

Las consultas de oftalmología, rayos X y ecosonogramas son atendidas con ventiladores y a media luz, al igual que las emergencias y laboratorio. “Los pacientes se quejan del estado en que está el CDI, pero el personal de limpieza y mantenimiento no tiene la culpa porque no aprueban los recursos para hacer las reparaciones”, expresó una de las aseadoras.

De los 8 baños que tiene, solo los de hospitalización y terapia funcionan. “La bomba de los tanques se dañó y el agua no llega con frecuencia, por eso debimos cerrar el resto. Para limpiar deben mandar cisternas y nosotras comprar los desinfectantes porque ni eso nos dan”, precisó.

Redoblan vigilancia

A propósito del amedrentamiento del que fueron víctimas los pacientes y los trabajadores de este CDI, el pasado 16 de abril organismos de seguridad del estado redoblaron la vigilancia.

“De lunes a sábado contamos con un funcionario de Polivargas desde las 7:00 am hasta las 8:00 pm. No se han presentado más robos ni hurtos y su presencia aquí nos da tranquilidad porque apenas se hacían las 4:00 de la tarde y cerrábamos las puertas para atender a las estrictas emergencias”, precisó un trabajador.

Rafael Gutiérrez, gerente de Autogestión del Instituto Autónomo de Infraestructura del estado Vargas (Infravargas), acudió al sitio junto a una cuadrilla de la Gobernación e inspeccionó las instalaciones.

“Vamos a recuperar toda la red eléctrica, mejorar la iluminación y colocar nuevos aires acondicionados”, aseguró. Sin embargo, trabajadores todavía están a la espera de las promesas./jd

 

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