De 30 camionetas tipo Van Dog que componen la flota de la Cooperativa de Transporte Mirabal 35, los cuales cumplen la ruta La Páez-Mirabal, en Catia la Mar, solo la mitad está operativa. El resto de los vehículos está accidentado, en su mayoría por cauchos.
Pedro Marcano, secretario general de la organización, señaló que en lo que va de 2017 no han recibido dotación de neumáticos por parte de la Proveeduría Socialista de la Alcaldía, por lo que los chóferes se ven en la necesidad de pagar hasta Bs. 80.000 por chivas que duran menos de dos semanas.
Refirió que hace tres semanas fueron inspeccionados por fiscales del Instituto Municipal de Vialidad, Tránsito y Transporte Colectivo de Vargas (Imvitracv), quienes además se llevaron un registro fotográfico de las condiciones de los carros.
“Esto es lamentable, porque quienes más sufren son los usuarios que tienen que esperar hasta una hora para llegar a sus hogares. La emergencia que tenemos fue reportada hace varios meses, no sé qué esperan para hacernos una jornada de venta de cauchos”.
No les han cancelado el subsidio estudiantil
Otras de las fallas que aquejan a los conductores de Mirabal 35 es el retraso en el pago de la deuda del subsidio estudiantil. Marcano comentó que el último cheque lo recibieron en enero y era de diciembre.
“Tienen cuatro meses y medio, y todavía no nos han pagado, mientras tanto los estudiantes se montan gratis y los gastos operativos de los carros van en aumento. Al ritmo que vamos desapareceremos”.LB/yg