El Supremo Tribunal Federal de Brasil (STF) suspendió los procedimientos de impugnación contra la presidenta Dilma Rousseff hasta que decida sobre la validez constitucional de los argumentos para someterla a un juicio político, dijo el miércoles un funcionario de la corte.
El magistrado Luiz Edson Fachin resolvió la noche del martes suspender la citación de un comité de juicio político y todos los procedimientos hasta el 16 de diciembre, cuando se reunirá el máximo tribunal brasileño para fallar sobre el aspecto constitucional de la acusación, declaró el funcionario.
La resolución de Fachin detiene temporalmente el proceso que empezó la semana pasada el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, cuando presentó la solicitud de la oposición de realizar un juicio político a Rousseff por una presunta violación de las leyes de presupuesto de Brasil.
La presidenta sufrió su primer revés el martes, cuando la cámara baja del Congreso votó para designar un comité compuesto principalmente por sus oponentes políticos para que revisen si ella cometió o no ofensas que ameriten un juicio político. El STF señaló que también analizaría esa votación.
El Partido Comunista de Brasil, miembro minoritario de la coalición de Gobierno, planteó el tema de la constitucionalidad en un requerimiento judicial la semana pasada, que decía que la norma de 1950 que establece los crímenes que ameritan un juicio político no era compatible con la Constitución de 1985.
Fachin, designado por Rousseff en junio, dijo que su decisión busca «evitar actos que pudieran finalmente ser invalidados por el STF». El fallo le da a la presidenta un respiro en medio de un segundo período afectado por una recesión grave y por un escándalo de corrupción en el que se han visto implicados decenas de sus aliados.
Los detractores de Rousseff en el Congreso la acusan de violar las normas presupuestarias para elevar sus gastos durante un año electoral. La mandataria ha negado los cargos.
Si el comité resuelve que se cometió una ofensa, el proceso será votado en la Cámara en pleno, donde la oposición necesita una mayoría de dos tercios para comenzar un juicio de 180 días en el Senado contra la presidenta. Durante el juicio político, Rousseff sería suspendida de su cargo y reemplazada por su vicepresidente, Michel Temer.