La joven Layneth Paola Sucre (23) desapareció el 30 de enero y sus familiares pusieron la denuncia. De inmediato funcionarios del Eje de Homicidios del Cicpc de Bolívar iniciaron las investigaciones, comenzando por sus allegados: su pareja, amigos, vecinos y sus antiguos amigos.
Pacientemente escucharon los argumentos de su pareja, David Alfredo Jiménez Carmona (27), quien es muy buen conversador y, como todos los habladores, piensa que puede engañar a todos. Incluso para tratar de ocultar su crimen, se victimizaba a través de Facebook, tratando de alejar las sospechas diciendo que la joven lo había abandonado dejándole a sus hijos.
El psicópata escribía en redes sociales, incluso desde la cuenta Facebook de la víctima, que la mujer lo había abandonado con los hijos, suplicando volviese. “¿A dónde te fuiste? ¿Dónde estás amor que no sé nada de ti? Te extraño, vuelve”. “Los niños me preguntan por ti y no sé qué decirles, piensa bien las cosas…”.
La investigación arrojó que Layneth fue citada por su marido a una casa en el sector Marhuanta, al Sur de Ciudad Bolívar “para hablar de sus problemas de pareja”. Pero, sostuvieron una discusión que no condujo a ninguna solución. Y, aparentemente, el hombre tenía un plan B, porque la golpeó y estranguló hasta matarla, y cuando comprobó que estaba muerta, el femicida fue y le pidió ayuda a su padre, Tito Livio Jiménez (59), para deshacerse del cuerpo. Ambos deciden arrojarlo a un aljibe, ubicado allí mismo, donde la había citado y donde la mató. Pero antes lo cubren de cal, que seguramente habían comprado con el propósito de disminuir el olor del cadáver. Esto evidencia que fue un asesinato premeditado y con alevosía.