La política confiscatoria y de desmantelamiento del aparato productivo es un fiasco y las más de cien empresas que han intervenido y que eran una referencia productiva importante, hoy son una “entelequia” y un gasto más para el alto gobierno, expresó Eduardo Quintana, presidente de la Cámara de Comercio
“El ejecutivo tiene que entender que el empresario no es la solución, pero es parte de ella, por lo que nos necesita como aliados. El interés nuestro es producir y en consecuencia generar empleo, bienestar y mejores condiciones de vida. El panorama de hoy en nuestro país es deprimente porque con el poder centrado en controlar la economía, la ha diezmado y la mantiene en el barranco”.
Más desempleo en zonas portuarias
Informó que desde hace más de un año, las empresas confiscadas por el Gobierno están en desuso y son un fracaso. “Si realmente su propósito de confiscarlas hubiese generado algún beneficio a la población, podría justificarse esa medida, pero son patrimonios que están operando a media máquina”.
Comentó que se ha disparado el desempleo en los estados, en especial donde están los puertos. “En la Guaira las agencias de aduana han cerrado en su totalidad y son el recurso logístico operativo de los puertos, lo que evidencia que el panorama es y será desolador de no asumirse correctivos urgentes. Quintana hizo referencia a que la operatividad del las empresas públicas en los puertos es insuficiente y limitada para atender la actividad comercial, porque carecen de la logística y recurso humano para ese propósito, pero siguen empeñados en eso. “Los puertos son el alma de la economía productiva , pero con desempleo, maquinaria paralizada y organismos con déficit para cubrir sus nóminas, el futuro es incierto”.
Reiteró que abrirse al campo de la productividad y la economía es lo que tiene que priorizar el Gobierno con urgencia. /ep