Luis López.- Entre ranchos que se desploman, sin servicio de agua y cerros que amenazan con tapiar las humildes estructuras, sobreviven más de 60 familias del sector Vía Eterna, parroquia Catia la Mar.
“Dos personas enfermas conviven conmigo; una de la tercera edad y otra con discapacidad. No he conseguido apoyo de las autoridades locales, ni para las medicinas”, dijo Carmen Álvarez.
Informó que el techo es un coladero y no existe proyecto de mejoras de viviendas porque toda la zona está declarada como inhabitable. “Entre penurias nos mantendremos hasta que una mano solidaria nos brinde apoyo”.
Por su parte, Kelvin Manamá, manifestó que aunque tiene poco tiempo en el sector, aspira que las autoridades a través del consejo comunal se aboquen a prestarle mayor atención a los vecinos que tienen las vivienda en riesgo.
Reiteró que no han tenido la visita de ningún ente oficial, y hasta el lugar no se escucha nada de las llamadas Bases de Misiones que brindarán apoyo a la gente humilde. “Estamos olvidados, y aquí en años no ha llegado ni un saco de cemento de las autoridades para mejorar este sector”.//a.r