* No han recibido apoyo desde el año 1999 y tampoco les han garantizado vivienda
Luis López
En el sector La Ceiba, en Catia La Mar, más de 60 familias están censadas para ser adjudicadas en uno de los urbanismos, aunque las esperanzas se desvanecen a medida que transcurre el tiempo porque la noticia de reubicación aún no les llega.
Antonia Rosa Áviles, que supera los 70 años, dijo que debió venirse hace dos años del estado Bolívar donde pasaba mucha necesidad. “Regresamos a este lugar de donde nunca debimos haber salido. Pudimos comprar una de estas casas a pesar de su deterioro, pero era una cuestión de sobrevivir”.
En el lugar conviven seis personas, por lo que espera apoyo para mejorar la estructura que compró con mucho esfuerzo.
La falta de control en las zonas catalogadas de alto riesgo ha permitido que abunden construcciones en condiciones precarias, mientras que otras aún con paredes agrietadas y techos con filtraciones son negociadas a familias necesitadas.
Ninguna de las familias del lugar han recibido apoyo. “Se niega para este lugar porque es zona de riesgo, pero aquí hay muchas familias que no pueden estar sobreviviendo en precarias condiciones y ser ignoradas por las autoridades”.
Insistió que todo se moja, incluso tiene una quebrada que cuando llueve fluye el agua por su casa. “Temo que el cerro termine de desplomarla”.