María Elena Moreno, memlaverdad@gmail.com.- Aproximadamente en 90% se redujo la nómina en las agencias aduanales desde el año pasado. Sin discusiones ni malos entendidos, gran parte de los trabajadores de este sector decidieron buscar otros horizontes por temor a que el barco termine de hundirse, informó Freddy Rivas, vocero del movimiento “100% aduaneros”.
Explicó que la mayoría de las agencias que aún se mantienen a flote son operadas por sus propios dueños. “Es ya casi un lujo mantener nóminas de 20 empleados cuando no hay casi ingresos. Las 100 aduanas que continúan operando, no tienen más de cinco empleados, además, la mayor parte del trabajo lo hacen los dueños”.
Detalló que hasta la fecha, hay registrados poco más de 4.000 Documentos Únicos de Aduana (DUA) en el Sidunea, lo que representa una debacle, pues esta cifra hace tres años no era inferior a los 100 mil.
Con el puerto desolado, los importadores ni pueden apostar a los créditos, pues la pérdida de confianza en el comercio exterior es incalculable. “Muchos han tenido que pagar las deudas con sus propias divisas”.
“Matando tigres” para sobrevivir
Con la esperanza de que la situación mejore, muchos se despiden por ahora de sus puestos de trabajo. “Hay quienes se lamentan porque tienen años en esta profesión. Veo con tristeza como compañeros preparados y graduados en estas áreas tienen que andar matando tigre en gasolineras, estacionamientos o restaurantes”.
Rivas, quien también es profesor de Administración Tributaria, asegura que el campo laboral está desapareciendo para estos próximos profesionales. “Preguntan de qué van a trabajar, pues no es secreto que las aduanas están quebrando. Solo queda esperar, más nada”.
Asegura que a raíz de esta baja operatividad, la dependencia de Caracas en cuanto a empleos, se ha incrementado. “En Vargas, las ofertas de trabajo son cada vez menores. Las colas desde la mañana hacia la capital son más largas todos los días, cosa que lamento”.
Indicó que hace falta que se fomente la construcción, lo antes posible, de un complejo industrial en el estado, pues no podrá haber exportación ni reimpulso económico, si no se ejecuta dicho proyecto.
“Eso serviría hasta para emplear a los varguenses. Esa es una de tantas cosas que hay que tomar en cuenta antes de pensar en exportar. Por ejemplo, cómo exportamos algún tipo de bebida si no tenemos ni agua o plástico para las botellas, pues Pequiven no está produciendo ni para el mercado interno”.
Gremio en incertidumbre con los motores económicos
Con el agua al cuello y sin saber qué hacer, asegura sentirse el gremio aduanero al que le crece la incertidumbre con el anuncio de los motores económicos. “Respecto a las importaciones y exportaciones, que es lo que nos compete, queremos saber si se podrá manejar a través de nuestras agencias o si el Gobierno obligará a las empresas a gestionar por medio de Corpovex, Veximca, entre otras. Eso sí sería la extinción del gremio”. /MEM/ep