Las autoridades niponas instaron este domingo a evacuar a más de dos millones de personas en el sudoeste del país por el avance hacia la región del fuerte tifón Haishen, que provocó cientos de vuelos fueran cancelados y alertas por posibles inundaciones.
Más de 430.000 personas recibieron la orden de evacuar de inmediato varias localidades de las prefecturas de Okinawa, Kagoshima y Kumamoto y se instó a otros 2,67 millones a buscar refugio en numerosos municipios de esas provincias y la de Nagasaki, según cifras recogidas por la cadena pública NHK.
Llevan desde la víspera pidiendo que se ejecuten evacuaciones tempranas para evitar víctimas y heridos causados por el tifón que, pese a haberse debilitado en su avance por el océano Pacífico, sigue siendo peligroso y podría convertirse en uno de los peores en afectar al archipiélago en décadas.
Algunos ciudadanos optaron por buscar refugio en hoteles, lo que llevó a la reserva completa de muchos establecimientos de la región, algo inusual en esta época del año, según informó NHK.
Más de 500 vuelos fueron cancelados, la mayoría con salida o destino en Kyushu u Okinawa, desde donde los japoneses compartieron en las redes vídeos de los vientos y las lluvias, y fotografías de residentes y comercios preparando cristaleras para evitar roturas, o estanterías de supermercados vacías tras el abastecimiento.