La mayoría de los profesionales están emigrando a Ecuador, país que está dando muchas facilidades a los docentes de Educación superior”, asegura el profesor William Marcano.
“En los dos últimos años se ha venido incrementado el déficit de personal académico en las universidades del país, ya van 900 profesores universitarios que han emigrado en busca de mejoras”, asegura el profesor William Marcano, dirigente del Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza (Sitravargas).
Explica que son personas altamente capacitadas y muy bien recibidas en países como Ecuador, donde les ofrecen muchas facilidades, además de un sueldo de 3 mil dólares. Otros se van a la empresa privada porque los salarios son insuficientes, cada vez están más cerca del salario mínimo con los constantes incrementos presidenciales.
Asegura que la Universidad Central de Venezuela y la Universidad Simón Bolívar son las casas de estudios donde la fuga de cerebros es más evidente, porque el Gobierno con su actuación desconoce su valía profesional, condenándolos a sueldos miserables.
Resalta que además hay que sumar el abandono de la protección familiar y las pocas posibilidades de recreación que tienen los docentes, “los Institutos de Previsión Social (IPP) carecen de recursos suficientes para cubrir las necesidades de salud del educador y sus familiares”.
Explica que el personal jubilado y pensionado es discriminado en su remuneración salarial, y las prestaciones sociales son canceladas a partir de cálculos que escamotean los derechos y el patrimonio de los universitarios. Es necesario que se respete la progresividad en los derechos laborales, tal y como lo establece la Constitución Nacional./va
Beatriz Rodríguez