Manifestantes guatemaltecos quemaron este sábado la sede del Congreso en protesta por la aprobación del presupuesto para 2021 por unos $13.000 millones, el más alto en la historia del país. Reclaman que la mayoría de fondos están dirigidos a infraestructura contratada con empresas privadas, dejando de lado el combate a la pobreza y desnutrición infantil que afecta a casi el 50% de los niños menores de cinco años.
Condenan que este presupuesto -$1.300 millones más alto que el de 2020- suma endeudamiento y fue aprobado de forma opaca y sin discusión en el Congreso durante la madrugada del miércoles, en plena emergencia por el paso del huracán Iota. Los manifestantes pidieron la renuncia del presidente Alejandro Giammattei por avalar el monto.
Un grupo de quienes acudieron a la protesta, en su mayoría encapuchados, rompieron la puerta de ingreso al Congreso y las ventanas, y avanzaron para destruir las instalaciones. Las llamas en el palacio Legislativo eran evidentes desde la calle y la Cruz Roja Guatemalteca atendió a varias personas por intoxicación, informó Andrés Lemus, vocero de esa entidad.
Luego de prender fuego a varias oficinas fueron desalojados por fuerzas de seguridad y cuerpos de bomberos, que apagaron el incendio.
Vicepresidente pide la renuncia a Giammattei
El vicepresidente Guillermo Castillo, pidió al presidente Giammattei que renuncien ambos con el fin de poder «oxigenar» a la nación centroamericana porque «las cosas en el país no están bien».
Castillo dijo que en caso de que acepte Giammattei deberán ser «nuevas personas las que vengan a tomar las decisiones más importantes», con el apoyo de la iglesia católica y la evangélica, para presentar al Congreso a un grupo de notables que podría ocupar los lugares que quedarían vacantes, de acuerdo con la propuesta del vicepresidente menos de un año después de asumir el poder.
«Quiero dejar muy claro el planteamiento: por el bien del país que presentemos ambos nuestra renuncia al cargo, que lo hagamos juntos para descartar esas ideas sediciosas que se dicen que se tienen o que se piensen que yo le quiero dar golpe para quedarme en su puesto», subrayó Castillo.
Castillo dijo que le planteó al gobernante anular el decreto del presupuesto 2021 y que desintegre a la entidad Centro de Gobierno, creada por la administración anterior y utilizada por Giammattei para vigilar las actividades de cada uno de los 14 ministerios y que es dirigida por un joven ingeniero, Luis Miguel Martínez, descrito por analistas y fuentes del Ejecutivo como el funcionario más cercano al mandatario.