“Tenemos que vivir con los altos precios de la madera, clavos, fletes para Caracas que sobrepasan los 35 dólares y la constante inflación hasta en divisas, aunado a que reparar una de las máquinas cuesta un dineral” expresó Alberto París, carpintero, quien aseguró que la situación de su gremio es cada vez más crítica, que también tiene que afrontar los apagones.
Señaló que una lámina de la madera de 2.45 por 1.80 metros, la más barata no baja de 45 dólares, más los 35 dólares que cobran por flete en una Pick Up para Caracas. «En el estado esta lámina es más cara».
Aseguró que solo hacer una puerta puede puede costar 200 dólares, ya que otros materiales que se requieren también se han puesto costosos como los tornillos y clavos, llegando a costar hasta 10 por cinco dólares, además de las visagras, el marco, la pintura, la pega y la mano de obra.
“Tengo más de seis meses que no hago una de estas porque no está fácil costearla”.
Solo hacen trabajos mínimos
París añadió que los trabajos que le mandan a hacer son reparaciones básicas a sillas, estantes, y otros simples que no pasan los 60 dólares entre materiales y mano de obra.
Indicó que la poca clientela ha llevado a que compre pocos alimentos, «lo básico porque productos como la carne son imposibles de costear y menos cuando tienes más gastos. Pagué la reparación de una pulidora en 45 dólares, se me dañó otra y acomodarla son 20 dólares, al igual que un compresor. Los cuatro reales que agarro se vuelven sal y agua”.RM/jd