El Manchester City jugará la primera final de su historia de la Liga de Campeones tras eliminar en las semifinales al Paris Saint Germain, al que derrotó también en la vuelta por 2-0 con doblete de Riyad Mahrez.
El pasaje para Estambul no tuvo las turbulencias que se podían prever para el City, ayudado tanto por su triunfo 2-1 en el Parque de los Príncipes como por los problemas físicos de Kylian Mbappé, que no pudo comparecer en un Etihad Stadium, cuyo estado, por una nevada, afectó al desarrollo de los primeros 45 minutos.
El líder de la Premier League sólo sufrió en el arranque, más impetuoso por parte de un PSG que soñó con ponerle emoción con un penalti que finalmente desestimó el árbitro tras ver que la pelota había tocado en el hombro de Oleksadr Zinchenko.
Sin la mejor versión de Neymar, el equipo francés lo intentó pese a recibir en el minuto 11 el primer gol de Mahrez en una jugada iniciada con un espectacular pase desde su área del portero Ederson a la entrada de Zinchenko.
Como en París, Pep Guardiola reactivó a su equipo tras el descanso. El City, con el campo en mucho mejor estado tras los arreglos necesarios, se hizo con el mando desde el principio, quitándole la pelota al PSG.
Con la defensa controlando las escasas acometidas visitantes, los locales sentenciaron con una buena conexión entre Kevin De Bruyne y Phil Foden, y pase de este al segundo palo donde apareció una vez más Mahrez para batir a Keylor Navas.
El PSG ya se puso nervioso, un estado de ánimo reflejado en la roja a Di María por una agresión a Fernandinho. El City pudo aumentar su renta, pero se conformó con saborear su pase a la tan ansiada primera final.