* Wigan lo derrotó por 1-0 como local en los octavos de final de la Copa FA
El Wigan, de la tercera categoría, protagonizó la gran sorpresa de los octavos de final de la Copa FA, al eliminar al todopoderoso Manchester City con triunfo 1-0 en casa.
Si hace cinco años el Wigan necesitó el tiempo de prolongación para derrotar al City en la final de Copa que ambos equipos disputaron en 2013, en esta ocasión no tuvo que esperar tanto.
Un gol del norirlandés Will Grigg a 11 minutos del final permitió al Wigan vivir otro cuento de hadas, con un desenlace más inesperado dada la diferencia existente ahora entre el líder de la liga inglesa y el conjunto de la tercera división.
Distancia sideral que apenas tardó en plasmarse siete minutos, el tiempo que tardó el Manchester City en disponer de dos clarísimas ocasiones para inaugurar el marcador.
Pero ni el argentino Sergio Agüero, que envió por encima del travesaño un centro medido del portugués Bernardo Silva, ni el alemán Ilkay Gundogan, que se estrelló con el portero local Christian Walton, supieron acertar.
Fue un anticipo de los numerosos problemas que padecieron los Citizens para trasladar al marcador su incuestionable superioridad sobre el terreno de juego.
Los dirigidos por Pep Guardiola no mostraron su contundencia habitual, unas veces por la falta de puntería, como en los casos del brasileño Fernandinho o Gundogan, y otras por el buen hacer de Walton, que repelió con una soberbia parada un remate de Agüero.
Los problemas se agravaron para el City con la expulsión en el tiempo de prolongación del primer período del lateral Fabian Delph, tras una durísima entrada.
La inferioridad numérica no aplacó la voracidad ofensiva del City en la segunda mitad, en la que los visitantes arrinconaron a un Wigan que apenas pudo pasar del centro del campo.
Pero eso fue suficiente para el Wigan, que no desaprovechó su única ocasión de todo el segundo tiempo para firmar el definitivo 1-0 a los 79 minutos.
Un gol precedido por un nuevo fallo defensivo, en este caso del lateral Kyle Walker, que incomprensiblemente dejo pasar el balón y éste acabó en los pies de Grigg, que con un certero remate cruzado Grigg batió al portero chileno Claudio Bravo para dar el triunfo y la clasificación a un Wigan que, pese a tener que refugiarse sobre la línea de gol en los minutos siguientes, logró resistir el acoso final del Manchester City.