El Manchester City dio un paso importante para disputar su primera final de la Liga de Campeones al vencer 2-1 en la cancha del París Saint Germain, en la ida de semifinales. Puso adelante a los locales Marquinhos (minuto 15), pero el City dio la vuelta al marcador gracias a Kevin de Bruyne (64) y Riyad Mahrez (71), generando, además de la remontada, desesperación en el PSG y la expulsión de Idrissa Gueye (78).
En una velada lluviosa en un Parque de los Príncipes vacío por la pandemia, el duelo entre dos nuevos poderosos en busca de su primera ‘Orejona comenzó con un PSG confiado y exuberante, sorprendiendo a un City que no estuvo brillante pero que sacó oro de la capital francesa.
En el primer tiempo el PSG, que salió con su once de gala, fue capaz de mutar entre dos versiones, un equipo aplicado en la presión y certero al contraataque y otro al que no le importaba llevar la iniciativa en el juego cuando las circunstancias lo pedían.
El City, acostumbrado a dominar con puño de hierro el balón, se vio sorprendido por este PSG camaleónico, solidario y bien ensamblado.
Finalmente al cuarto de hora Marquinhos, que volvía tras la lesión que sufrió ante el Bayern de Múnich, desequilibró la balanza al colocar perfectamente la cabeza en el primer palo en un córner lanzado con maestría por Ángel Di María.
Giro de guión en la segunda parte, con el City cercando al PSG, aplicado en defensa, descuidando la construcción del juego, pero atento a cualquier contra.
Irremediablemente el dominio de los Citizens les iba a conceder opciones y pasada la hora de juego llegó el premio. De Bruyne intentó un centro que se envenenó para colarse en la portería de Keylor Navas.
Siete minutos después, de nuevo desde fuera del área, esta vez con un golpe franco lanzado por Mahrez, el City le dio la vuelta al marcador.
Quedaban unos 20 minutos por jugar y el PSG entraba en shock, a imagen de la expulsión de Gueye por roja directa tras una durísima entrada a Ilkay Gundogan.
En la recta final ambos equipos se anularon, dejando abierta la vuelta del próximo martes en Manchester, donde los locales tendrán una buena ventaja para alcanzar su primera final de la Champions League en su historia.