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Magallanes golpeó con su timón en el primero de la Serie Final

Guiado por Frank Díaz y Alex Romero, el Magallanes apabulló, 14-3, a Tigres de Aragua en el primer encuentro de la Serie Final, en el Estadio José Bernardo Pérez la noche del pasado viernes.

Los filibusteros lograron, igual que en las finales de 1974-1975 y 2001-2002, salir victoriosos en el primer careo en sus anteriores Clásicos de Enero, contra los felinos.

Magallanes tomó el mando en la pizarra en el propio primer acto, gracias a sencillo por el jardín central de Frank Díaz, que llevó par de compañeros al plato para colocar el juego 2-0.

Díaz, que está en medio de un gran momento con el madero, desató la algarabía de los 14.531 fanáticos presentes en el parque valenciano al conectar su primer cuadrangular en una serie final. “Gracias a Dios estoy saludable, he podido ayudar al equipo y eso es lo importante para mí”, contó el jardinero sobre su estacazo en el tercer capítulo, que alejó la pizarra 4-0.

Tigres reaccionó en el cuarto inning con par de carreras producto de jonrón de Alfredo Marte, mientras que en el quinto, Dariel Álvarez negoció boleto con las bases llenas para colocar el marcador 4-3.

Pero la ofensiva turca, de la que tanto se ha hablado, despertó en la parte baja de ese mismo acto. Juan Apodaca en gran turno, contra el importado Patick Mincey, negoció boleto con las bases llenas para dejarle la mesa servida a Alex Romero, que con doble remolcó par de rayitas. Acto seguido, Luis Rodríguez, sacudió sencillo productor de otras dos carreras y sentenció el juego 9-3. La décima llegó en el sexto con sencillo de Jairo Pérez.

Félix Pérez se sacudió el slump por el que atravesaba con cuadrangular y el propio Pérez lo emuló para colocar el marcador 14-3, en el octavo. El manager Carlos García, celebró el triunfo filibustero y aseguró que su club mantuvo su esencia: Buen pitcheo y bates explosivos.

La ofensiva Aragua, la mejor de la semifinal, se fue de 7-0 con hombres en posición de anotar y dejó a siete hombres esperando remolque. Con las bases llenas, en el quinto inning y dos outs, Romero decapitó un peligro batazo de Hernán Pérez que amenazaba con internarse en lo profundo del jardín central. El encuentro se encontraba 4-3, a favor del Magallanes. El importante engarce le cambió el destino del partido. Sin embargo, el pitcheo aragüeño no pudo contener a los bates de los filibusteros, que terminaron orquestando una paliza.

 

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