En su intervención ante la Asamblea General de la ONU, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, pidió «todo el apoyo de las Naciones Unidas para que el proceso de diálogo» iniciado con la oposición en México avance.
«Agradezco el apoyo del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, al proceso de diálogo de México y pido todo el apoyo de Naciones Unidas para que el proceso de diálogo en México avance hacia nuevos acuerdos parciales y hacia un acuerdo global de fortalecimiento de la paz, la soberanía, la prosperidad integral de Venezuela», dijo en su discurso grabado desde Caracas.
El diálogo entre el gobierno chavista y la oposición arrancó 13 de agosto en México, tiene a Rusia y a Países Bajos como acompañantes y a Noruega como mediador. Su tercera ronda se llevará a cabo del 24 al 27 de este mes.
Maduro también recordó que este año han «instalado varias mesas de diálogo» con sectores empresariales, gremiales, sociales y «con todo los sectores políticos».
Destacó que esas mesas las puso en marcha el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, a través de una comisión especial de la cámara por instrucciones de Maduro.
Como parte de esos procesos, mostró su satisfacción por el hecho de que «los sectores opositores más extremistas que estuvieron buscando un golpe de Estado en Venezuela» hayan vuelto «a la política, la constitución y el camino electoral».
Las sanciones
«Ratificamos nuestro pedido, nuestra exigencia de que se levanten todas las sanciones criminales contra la economía venezolana, contra la sociedad venezolana por parte de los Estados Unidos y por parte de los gobiernos de la Unión Europea», dijo Maduro.
Recordó que su gobierno llevó «en múltiples ocasiones» a distintos organismos del sistema de Naciones Unidas y a la Asamblea General «la denuncia de la arremetida feroz, de la campaña feroz» que considera que hay en marcha contra Venezuela desde «las élites que han gobernado los Estados Unidos».
Asegura que esa campaña contó con la «complicidad desde las élites que dirigen organismos en Europa y en otros lugares».
«Han querido instrumentalizar los organismos internacionales del derecho internacional para justificar la campaña feroz y los ataques criminales contra (…) el pueblo de Venezuela».
Explicó que esas sanciones constituyen un ataque «contra el derecho a la libertad económica», así como «contra los derechos económicos y garantías que deben gozar todos los pueblos del mundo. Es una arremetida feroz contra el derecho a comprar lo que necesita nuestro país y contra el derecho a vender lo que nuestro país produce, especialmente las grandes riquezas petroleras y mineras».
«Se persigue las cuentas financieras, se nos ha secuestrado y bloqueado el oro de las reservas internacionales legales del Banco Central de Venezuela en Londres, se nos ha secuestrado y bloqueado miles de millones de dólares en cuentas bancarias en los EEUU, en Europa y más allá».
Además, Maduro afirmó que «se impide a las empresas venezolanas de petróleo y minería comerciar sus productos y abrir cuentas bancarias en el mundo para pagar, para cobrar y para hacer las transacciones comerciales de manera libre como contempla el comercio internacional».