Pese a que a última hora del viernes el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, había confirmado que asistiría a la XXV Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, finalmente desistió y en su lugar envió a Cartagena de Indias a la ministra de Exteriores, Delcy Rodríguez.
La prevista participación de Maduro en el encuentro había subido las expectativas de la cita que tiene como tema «Juventud, Emprendimiento y Educación» pero en la cual está prácticamente confirmada la posibilidad de que se trate el caso de la crisis que atraviesa Venezuela, entre otros asuntos políticos de la región.
“Quiero agradecer a los presentes en nombre del presidente Maduro, que se excusa porque como ustedes bien saben mañana se inicia en Venezuela un proceso de diálogo con los sectores opositores”, declaró Rodríguez.
La jefa de la diplomacia venezolana señaló que este diálogo es un mecanismo para “encauzar aquellas acciones que pretenden por la vía no constitucional y antidemocrática el derrocamiento del Gobierno de Venezuela”.
Rodríguez inició su intervención en el plenario de la cumbre destacando que para su país constituye un “espacio de gran relevancia”.
“Cualquier espacio que permita a la República Bolivariana de Venezuela abrir espacios de información sobre la verdad de Venezuela son sin duda alguna relevantes. Las verdades que nunca dirán las trasnacionales de la comunicación, que nunca dirán los poderes fácticos que gobiernan o pretenden gobernar el planeta sin ningún tipo de normativa que los regule”, subrayó.
Señaló a estos como “los verdaderos enemigos de los pueblos y de los Gobiernos electos popularmente” y se quejó de que los medios de comunicación “promueven la histeria colectiva internacional en contra de Venezuela y de su modelo de inclusión política, económica y social”.