El presidente Nicolás Maduro reiteró su apoyo a establecer un nuevo proceso de diálogo con la oposición, pero advirtió que se deben cumplir con varias condiciones, entre ellas el levantamiento de las sanciones contra su gobierno.
“Estoy de acuerdo, lo ratifico, con una gran mesa de diálogo nacional. Estoy de acuerdo que participe el gobierno de Noruega y se inviten a diversos sectores internacionales”, entre ellos la Unión Europea. “Los noruegos traen una propuesta (de diálogo), vengan y la complementamos».
“Pongo en la mesa tres puntos: el primero, el levantamiento inmediato de todas las sanciones y medidas coercitivas unilaterales contra Venezuela; segundo punto, el reconocimiento pleno de la Asamblea Nacional; y tercer punto, la devolución de las cuentas bancarias a las instituciones y los activos a las instituciones como Petróleos de Venezuela (Pdvsa), Banco Central de Venezuela (BCV) y otras más”, dijo.
También exhortó a la oposición a participar en las elecciones regionales y municipales de este año, descartando de forma implícita unos comicios presidenciales adelantados.
Varios países de la comunidad internacional apoyaron la propuesta para conseguir un acuerdo que pueda solucionar la crisis. Por ejemplo, la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, dio su apoyo a una solución “negociada” que desemboque en unas elecciones libres.