El presidente de la República, Nicolás Maduro, quien tras una reunión con expresidente español, José Luis Rodríguez Zapatero aseguró hace algunos días que pretendía dialogar hasta marzo, ayer advirtió que piensa permanecer mucho más tiempo en la mesa de diálogo.
“La mesa de diálogo instalada hace cuatro semanas es una oportunidad para la paz y no voy a permitir que nadie se levante de esa mesa de diálogo, en esa mesa nos quedamos todo el año 2017, todo el año 2018 y debemos instalarla como una institución del país para el diálogo entre los diferentes”, dijo en la conmemoración de los 96 años de la Aviación Militar venezolana.
Enfatizó que no entregará “las banderas del socialismo jamás” y que quienes integran las conversaciones están llegando a acuerdos “para la paz de los venezolanos y para levantar la economía”.
Calificó este 2016 como un año “heroico” donde, a su juicio, tanto la población venezolana como la Fuerza Armada Nacional (FAN), se mantuvieron en las calles para vencer las dificultades promovidas por la denominada guerra no convencional.
“Recordaremos el 2016 siempre como el año heroico, el año en que el pueblo no se rindió, en que el pueblo y las Fuerzas Armadas salieron a la calle a adaptar, a renovar su compromiso, su fe en Venezuela, que no se dejó quitar la sonrisa de la esperanza”, agregó.
Mencionó la importancia del diálogo entre el Gobierno y la oposición como mecanismo de entendimiento y tolerancia entre los venezolanos para evitar que se «imponga el odio».
“Ustedes quieren que nos matemos, ustedes quieren una guerra para Venezuela. Hay gente que la quiere. Yo represento la voz de las grandes mayorías cuando digo que Venezuela quiere paz”, afirmó el mandatario desde Aragua.
Por otra parte, decretó un permiso para que los efectivos castrenses disfruten de las festividades navideñas y explicó que un primer grupo saldrá desde el 12 hasta el 27 de diciembre y el segundo librará a partir del 28 de diciembre hasta el 6 de enero.