Un promedio de seis horas diarias, aseguran las amas de casa que deben aguantar en cola afuera de los locales comerciales esperando la llegada de los productos. Explican que la necesidad de llevar comida a la casa, sumada a la desesperación que sienten al ver los altos precios en los supermercados, hacen que dejen de ver estas largas jornadas en la red pública como una mala idea.
Omaira Tormes, manifiesta que “sólo los martes recorro los puntos de Pdval, a ver dónde me da chance de dejar la cédula. Mientras, dejo a alguien marcando la cola en el Bicentenario. Después del mediodía me voy hasta Maiquetía a esperar en los supermercados. A veces paso todas esas horas en la calle y no compro nada”.
Peregrinando hasta por 10 comercios al día, aseguran que pueden medio poner la comida en la mesa. “Sin cola no hay mercado”, exclama Valentina Guillén mientras aguanta con paciencia en la cola del Pdval de Catia la Mar con su bebé en brazos.
“Temprano fui a Farmatodo a buscar pañales y no había. Quizás el fin de semana me lance hasta Caracas a zanquear porque el martes que viene, por ser Carnaval, no tendré chance de nada”. /MEM/ar