La quebrada de La Roraima y que pasa por el Callejón Canache, en La Soublette, está abarrotada de sedimentos y basura.
Con las recientes lluvias se desbordó parcialmente y las aguas socavaron aún más la estructura de la humilde vivienda de Merlinda Izaguirre, madre de cinco menores. “La pared se abombó y el agua se metió para la casa. Cada vez que llueve nos vamos corriendo hasta donde vive mi mamá a esperar, porque nos da miedo que la quebrada nos arrastre”.
Dijo que está consciente de que está en riesgo su vida y la de sus hijos, pero hasta la fecha no tiene otro lugar dónde vivir con su familia.
Mencionó que hace unos meses hubo una inspección por parte del personal de Protección Civil, quienes le advirtieron que el lugar es de alto riesgo. “Desde entonces no han hecho nada al respecto”.LL/jd