El presidente electo de Argentina, Mauricio Macri, visitará el próximo viernes a la mandataria de Brasil, Dilma Rousseff, en el que será su primer viaje al exterior desde que ganó las elecciones, el pasado 22 de noviembre.
Macri, quien recibirá el cargo de manos de la presidenta saliente, Cristina Fernández, el próximo 10 de diciembre, será recibido por Rousseff en el Palacio de Planalto de Brasilia, sede de la Presidencia, informaron fuentes oficiales.
Durante la campaña electoral en Argentina, Rousseff demostró un velado apoyo al candidato oficialista Daniel Scioli, quien perdió las elecciones frente a Macri por una diferencia de tres puntos porcentuales.
Sin embargo, tras conocerse los resultados, Rousseff felicitó a Macri por su victoria y lo invitó a «trabajar juntos» en favor de una relación más estrecha, tanto entre ambos países como en el ámbito del Mercosur.
En ese sentido, fuentes oficiales brasileñas dijeron a Efe que el Gobierno de Rousseff confía en que Macri apoyará la mayor apertura comercial que el bloque le reclama a Argentina, lo cual pudiera ser «positivo» para el acuerdo que el Mercosur intenta alcanzar con la Unión Europea (UE).
La visita de Macri a Brasilia ocurrirá dos días antes de las elecciones parlamentarias en Venezuela, un país al que el presidente electo de Argentina ha propuesto que se le aplique la «cláusula democrática» del Mercosur, que prevé sanciones en aquellos casos en que se comprueben rupturas institucionales.
Rousseff se refirió a la posición de Macri sobre Venezuela esta semana y declaró que la llamada «cláusula democrática» del bloque «no puede ser aplicada en función de hipótesis», sino sobre la base de «hechos concretos», que en su opinión no se han configurado.
Aún cuando ha mantenido una relación estrecha con el Gobierno de Nicolás Maduro, Brasil ha endurecido en los últimos meses el tono respecto a Venezuela y la semana pasada condenó en duros términos el asesinato de un opositor durante un mitin electoral.
En una nota oficial, el Gobierno brasileño rechazó «firmemente el uso de todo tipo de violencia que pueda afectar el buen desarrollo del proceso electoral» e instó a las autoridades venezolanas «a investigar los hechos y castigar a los responsables».
También afirmó que «es responsabilidad de las autoridades venezolanas celar porque el proceso que culminará con las elecciones legislativas transcurra de forma limpia y pacífica» y «de permitir que el pueblo ejerza con tranquilidad su deber cívico y tenga plenamente respetada su voluntad soberana».