El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó este martes que quiere unir a todos los países amazónicos para convertir la mayor selva tropical del planeta en un «instrumento de negociación con el mundo desarrollado», en vísperas de la cumbre de líderes de la región que tendrá lugar en agosto.
El mandatario subrayó la importancia de que la población que habita en el bioma, que en el caso de Brasil es de cerca de 30 millones de personas, en su mayoría en condiciones precarias, «tenga dignidad en sus vidas y ganen un salario razonable».
El líder progresista brasileño volvió a quejarse de que las grandes potencias no han cumplido con sus compromisos medioambientales en relación a la liberación de recursos para los países en desarrollo.
En este contexto, reforzó su objetivo de «juntar» a todos los países suramericanos y sumar a la República Democrática del Congo e Indonesia, que también albergan importantes superficies de bosques tropicales, y formar un frente común en los foros internacionales.
En su opinión, es posible sacar provecho económico de la Amazonía de forma sostenible, pues «pesquisando correctamente» se pueden encontrar «cosas extraordinarias» para las industrias farmacéutica y cosmética, entre otras.