Luis Gilberto Murillo presentó oficialmente su renuncia al cargo de canciller de Colombia la noche del lunes, puesto que ocupaba desde el 15 de mayo de 2024.
En su cuenta de X, Murillo agradeció al presidente Gustavo Petro por la oportunidad de haber formado parte de lo que considera un «momento histórico» para el país.
Murillo destacó que su gestión se enfocó en consolidar a Colombia como un «poder intermedio en el ámbito internacional, fortaleciendo alianzas estratégicas y ampliando la visión multilateral del país».
Además, manifestó que Colombia se ha convertido «en un actor clave» tanto en el Sur como en el Norte Global, promoviendo una diplomacia centrada en el «diálogo y la cooperación internacional’.
El canciller colombiano destacó que en el último año se atendieron varias «prioridades estratégicas», incluyendo la paz, la defensa de los derechos humanos, la crisis migratoria y climática, así como el bienestar de la diáspora colombiana.
Resaltó que su enfoque en la diplomacia ‘buscó ser un servicio para la población, llevando cooperación internacional a los colombianos en el exterior y a las regiones del país afectadas por desastres climáticos».
Asimismo, Murillo mencionó logros significativos como la reforma en la expedición de pasaportes, que incluyó la modernización del sistema, la reducción de tarifas y la garantía de gratuidad para sectores priorizados.
Finalmente, el subrayó la «importancia del diálogo y la construcción de consensos en el contexto político colombiano», afirmando que estos elementos son fundamentales para «avanzar hacia un país mejor y fortalecer la unidad en una nación plural y diversa».
Murillo será reemplazado por Laura Sarabia, actual directora del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República (Dapre).