La venta de marihuana en farmacias y la acogida de más refugiados sirios son algunos de los asuntos a los queTabaré Vázquez, crítico con ellos, deberá hacer frente en su segunda etapa como presidente del país, así como ellitigio que Uruguay mantiene con la tabacalera Philip Morris.
Tras gobernar Uruguay de 2005 a 2010 como el primer mandatario de izquierdas de su historia, cargo que dejó con una popularidad del 80 por ciento, este oncólogo de 75 años asume de nuevo la responsabilidad de dirigir el destino de un país que en el último lustro ha alcanzado altas cotas de exposición mundial favorecidas en parte por la figura deJosé Mujica, su sucesor en la presidencia.
Se trata de cinco años en los que Mujica ha estado en el punto de mira internacional no solo por su atípica forma de ser, sino por impulsar controvertidas medidas como la que autoriza el cultivo y la venta de la marihuana para luchar contra el narcotráfico, y de gestos humanitarios, como la acogida de refugiados sirios y de presos de Guantánamo.
«Vamos a cumplir con esta ley y vamos a realizar un seguimiento muy estricto de cómo se desarrollan los acontecimientos y si es necesario modificarla se enviará un proyecto de ley modificativo al Parlamento y este lo discutirá», agregó Vázquez en su primera entrevista como presidente electo.
Asimismo, en su primer Gobierno, Vázquez inició una lucha contra el consumo de tabaco que incluyó una normativa para que las advertencias sanitarias ocuparan el 80% de las superficies de los paquetes de cigarrillos y además prohibió la promoción de productos como «suaves» o similares.